La digitalización ha llegado a los sectores industriales y de infraestructura crítica, son muchos los beneficios que ganan con ello, pero se enfrentan a nuevos retos, llegan los ciberataques y además de sufrir las consecuencias más habituales, su entorno físico se ve afectado.
La ciberseguridad tiene un papel fundamental, sectores como la banca o el comercio electrónico, fueron pioneros a la hora de encontrar la digitalización tecnológica y soluciones que le ayudan a ser eficientes y competitivos.
La realidad se ha extendido rápidamente a los sectores industriales y de infraestructura crítica, como hospitales, redes de energía y suministro, transportes y comunicaciones o la industria manufacturera.
Industria 5.0
Se apoya en tecnologías digitales de nueva generación, con Inteligencia Artificial (IA), Cloud, Big Data o Internet de las Cosas (IoT), para optimizar operaciones y procesos de producción.
Todo esto, con el objetivo de que sean eficientes, sostenibles, productivos y flexibles, también permite ahorrar en costos, reducir errores, mejorar la calidad de productos y servicios.
Además de contribuir a minimizar el impacto medioambiental, garantizar la transparencia en cadenas de suministros y procesos logísticos y adaptar operaciones a un contexto determinado.
Los beneficios de la digitalización son muchos y con esta llegan nuevos desafíos, que requieren de equipos capaces de enfrentarse a las nuevas amenazas, es en esto donde entra en juego la ciberseguridad, fundamental a la hora de garantizar la continuidad de las operaciones industriales y sus infraestructuras e instalaciones.
España es el país con más ciberataques al sector industrial
Las ciberamenazas en los últimos años en el sector industrial están en crecimiento, es uno de los más afectados por los ciberataques, para el 2023 anticipa que los ataques aumentaron en sectores como el agrícola, de logística y transporte, de energía, de alta tecnología, fabricantes de equipos médicos y farmacéutico.
Entre los sectores más atacados está la agricultura, la energía y el transporte, en ellos existe una mayor presencia de tecnologías operacionales, encargadas de controlar los sistemas físicos que llevan a cabo las actividades productivas.
La digitalización de estos sectores conecta todas estas tecnologías, lo que aumenta su exposición ante posibles ciberataques y agrava las consecuencias sobre el entorno físico.
Este tipo de negocio no solo se preocupa por el robo de datos alojados en la nube o el secuestro de una página web, un ciberataque puede bloquear equipos o paralizar la producción de una planta industrial.
El sector industrial necesita soluciones de ciberseguridad IT, comunes y generales, pero soluciones de ciberseguridad OT, diferentes y energía. Un ciberataque a una central eléctrica podría limitar la producción de la planta, influir sobre el precio del mercado de las materias primas.
Se debe tener en cuenta que una única planta eléctrica puede dar servicio a cientos de miles de personas, a las que un ciberataque podría mantener a oscuras durante horas o días, su objetivo son los generadores de calor en un área de temperaturas extremas. Esto representa una amenaza sobre todo para la salud y el bienestar de las personas.