La empatía se define como la capacidad de colocarse en el lugar de otro, esto forma parte de la inteligencia emocional y que está formada por componentes cognitivos y afectivos, a través de la empatía es posible comprender la situación y pensamientos de otras personas.

Asimismo nos permite comprender las intenciones de los demás o cómo se sienten, así como lograr adelantarnos a sus reacciones y comportamientos, en este apartado mencionaremos los tipos de empatía, entre otros aspectos relacionados con ella. 

Tipos de empatía 

Algunos expertos indican que la empatía es una capacidad que puede llegar a tenerse e incluso a aprender con el tiempo, además se diferencia los tres tipos de empatía, la cognitiva y la emocional. 

Empatía emocional: permite que las personas conecten con  las emociones de los demás, es por ello que cuando alguien nos dice que ha fallecido un ser querido también llegamos a sentir tristeza, el conocimiento de las propias emociones nos permite conectar con los sentimientos de otras personas. 

Interés empático: es un tipo de empatía que está relacionado con el tipo de empatía anterior, pues permite que sepamos qué es lo que quiere o necesita las personas de nosotros, el interés empático puede causarnos sufrimientos sino sabemos cómo gestionarlo, por lo que debemos atender las necesidades de todas las personas que nos importan y por ello acabaremos agotados mentalmente o padecer de ansiedad y depresión. 

Empatía cognitiva: hace referencia a la capacidad de comprender los pensamientos de otra persona, este tipo de empatía surge gracias a la conciencia que tenemos cuando analizamos los pensamientos que surgen en nosotros mismos y somos conscientes del sentimiento o las emociones que esto nos genera. 

Consideraciones finales 

La empatía tiene una función de adaptación a nivel social, permite que los seres humanos puedan conectar con los demás para comprender sus vidas y las reacciones que asumen ante ciertos acontecimientos. 

Por consiguiente, se puede deducir que comprender al otro nos ayuda a ser mejores personas y facilita los vínculos que existen en las diferentes relaciones sociales, ya sea con nuestros familiares o amigos. 

Cuando una persona empatiza con otra la probabilidad de que sus conductas sean contrarias es mínima, porque aumenta la capacidad de perdonar y el perdón entre ambas personas disminuye. 

Para algunas personas ser empático con otros es como un impulso, pero para muchos es difícil comprender a los demás sin tener que pensar en sí mismos, por lo que no llegan a comprender cómo una persona puede llegar a reaccionar ante una forma o situación. 

Aunque para algunos resulte difícil ser empáticos no quiere decir que sea imposible, el nivel de empatía depende principalmente de los estudios actuales, la genética y la formación de las diferentes áreas de cerebro que no es igual en todo. 

De igual forma en el contexto en el que crecemos y nos desarrollamos, nos educa para esta capacidad, por lo que podemos concluir que el nivel de empatía de los seres humanos puede variar a lo largo de la vida debido a sus factores biológicos, psicológicos y ambientales. 

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